Discurso de Juan Carlos Escotet pronunciado en el acto de graduación del Instituto Universitario San Francisco
Jueves 2 de agosto de 2007. Voy a comenzar esta breve intervención, compartiendo con ustedes una confesión: entre las muchas actividades que forman parte de mi agenda, esta debe ser la que me produce no sólo la mejor satisfacción, sino también mayor sosiego y, a la vez, muchas interrogantes. Hay un hecho que no siempre se toma en cuenta, y es que las instituciones y las empresas están constituidas por personas que tienen cada una, un modo de pensar, pero por encima de todo, una disposición a experimentar sentimientos de manera muy diversa. Los seres humanos podemos tener ideas o criterios semejantes, pero lo que realmente nos hace únicos y diferenciados es que nunca vivimos los sentimientos de modo similar. Digo todo esto porque en un plano racional, como muchas otras personas en Venezuela, comparto plenamente que la más estratégica y duradera contribución que los empresarios podemos hacer por el país, por la Venezuela de nuestras pasiones, es aquello que ayude al fortalecimiento